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ORACIÓN POR LOS SACERDOTES EN EL JUEVES SANTO


¡Señor Jesús, hoy es el día de la institución de la Eucaristía y del don del sacerdocio! Señor, ¿cómo podemos agradecerte tanto amor y tanta delicadeza? Nos regalas tu mismo corazón y permites que otros participen de tu misma vida, los haces tus clones, representantes Tuyos, Otros Cristos, Tu Misma persona.

¡Que misterios tan grandes! ¡El Rey del Universo se hizo súbdito! El Rey del Universo permite que hombres de barro, débiles y frágiles sean sus representantes sin ningún mérito suyo, sino como muestra de Su amor infinito y de Su Divina Misericordia.

Señor, ten piedad de ellos; no los dejes caer en tentación, hazlos puros, santos y castos. Señor, hazlos partícipes de Tu mismo amor; un amor más blanco que la nieve, un amor totalmente generoso, enséñalos a amar con el alma, no con los sentidos.

¿Señor, que es lo que pasa? ¿Porque a muchos de tus sacerdotes les cuesta tanto trabajo ser castos? ¿Es que ellos están demasiado apegados a las cosas terrenales? ¿Es que no dedican suficiente tiempo a la oración? ¿Es que les falta generosidad? ¿Que es lo que pasa, Señor?

Ahora bien ¿qué es lo que nos pasa a todos los cristianos? parece como que se nos ha olvidado lo que pasó hace 2000 años, ¡parece como si para muchos nada pasó! ¿Que cosa tan triste, Señor!

Muchos pasan estos días en la playa, de vacaciones, divirtiéndose ¿y tu sacrificio, Señor? ¿No sientes a veces como que fue en vano? ¿No te horroriza nuestra indiferencia?

Ojalá siguas diciéndole a Dios Padre "perdónalos porque no saben lo que hacen." Perdónanos Señor somos tan mezquinos, tan tontos, tan mal agradecidos. Ojalá, Señor que haya suficientes almas totalmente consagradas a ti que te consuelen, Señor. Ojalá que su amor sea tan puro, tan generoso, tan espontáneo que distraigan Tu atención de los que te ofendemos, Señor; de los que necesitamos purificar nuestro amor, de los que todavía nos distraen tantas cosas mundanas, Señor. Perdón, perdón, perdón.

Confiamos en Tu amor y en Tu misericordia pero no queremos abusar de ellos, Señor. Ayúdanos, Señor nuestros espíritus están dispuestos, Señor pero nuestra carne es débil.

En este Jueves Santo, Señor, envía de nuevo Tu Espíritu a renovar a tus sacerdotes. El mundo tiene tanta necesidad de que ellos sean puros, santos, castos, llenos de Tus frutos y de Tus dones, dispensadores de Tu amor y de Tu misericordia. Pero ellos no pueden dar amor si no están primero llenos de Tu amor, tan llenos de Tu amor que ningún otro amor podrá dañarlos. Llena sus corazones de ese amor, tanto que se les vea en sus caras, que salga por sus poros, que lo derramen por dondequiera, Señor.

Esta es mi oración por Tus sacerdotes en este día, Señor. Yo sé que mis oraciones no son nada, pero aunados a Tu pasión y muerte son todo, Señor. Escucha por favor mi oración por todos tus sacerdotes, y que ninguno se pierda, Señor por Tu gran Amor y por Tu infinita Misericordia. Así sea.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES (1)

POR LAS NECESIDADES DE LOS SACERDOTES.

 

Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.

Te pedimos que retomes en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad.

Unidos a tu Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES (2)

PARA OFRECER LA COMUNIÓN POR LOS SACERDOTES

 

Padre Celestial, para mayor gloria de tu Santo Nombre, te ofrecemos al Verbo Encarnado que acabamos de recibir en el Sacramento de su Amor, y en quien tienes todas tus complacencias.

Nos ofrecemos en unión con él, por manos de María Inmaculada, por la santificación y multiplicación de tus sacerdotes.

Derrama en ellos tu Divino Espíritu, enamoralos de la cruz y haz muy fecundo su apostolado. Amén.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES (3)

HAZ QUE TU AMOR LOS ENVUELVA SIEMPRE...

 

Oh Jesús Sacerdote, guarda a tus sacerdotes en el recinto de tu corazón, donde nadie pueda hacerles daño alguno, guarda puros sus labios diariamente enrojecidos por tu preciosa sangre.

Haz que tu amor los envuelva siempre apartándolos del contagio del mundo, bendice sus trabajos con frutos abundantes y sean las almas dirigidas su consuelo aquí en la tierra y después su hermosa corona allá en el Cielo. Así sea.

ORACIÓN A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS

POR LOS SACERDOTES


Santa Teresita del Niño Jesús, hoy alabo a Dios por las gracias que manifestó en ti, y te doy las gracias por haberle correspondido hasta el grado de convertirte en una gran santa.

Hoy también te quiero pedir por ______________,de ti aprendí a amar a los sacerdotes y a apreciar lo difícil que es su tarea, si tratan de hacerlo por sus propias fuerzas.

Te encomiendo en todo momento a este sacerdote que ha dedicado su vida a Dios y te pido que lo ayudes a vencer todos los obstáculos que él pudiera encontrar en su camino.

Ayúdalo en los momentos de tentación, ayúdalo a vencerlos en el instante.

Enséñalo a amar a Dios como tu lo amas. Ayúdalo a ser un sacerdote santo y fiel, ayúdalo a ser un gran confesor.

Todo esto te lo pido con mucho amor. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ POR LOS SACERDOTES


O glorioso patriarca San José, padre tutelar de Nuestro Señor Jesucristo, en este día te pido por _______________. El igual que tu fue tomado de entre los hombres para servir a Dios. Ayúdalo a imitar tu gran fe, tu castidad perfecta, tu entrega total al servicio de Dios sin mirar las consecuencias, tu humildad, tu trabajo constante, tu pobreza, tu obediencia, todas tus virtudes y tu "SI"
heroico. Ayúdalo a imitarte a ti y a tu Hijo Jesús en todo. Ayúdalo a ser un buen sacerdote para los ojos de Dios, ayúdalo en su soledad y en sus momentos de tentación. Acompáñalo en todos los momentos difíciles de su vida y en sus momentos de alegría también. Defiéndelo de todos los que quieren hacerle algún daño físico o moral, como defendiste a Nuestro Señor Jesucristo, hasta que llegue al reino de los cielos a gozar contigo para siempre de la presencia de Dios nuestro Padre. Amen


ORACIÓN PARA PEDIR LA VIRTUD DE LA CASTIDAD PARA LOS SACERDOTES Y LAS PERSONAS CONSAGRADAS

Dios Padre Omnipotente, en nombre de Tu único Hijo, Nuestro Señor Jesucristo en unión con el Espíritu Santo y a través de la intercesión de la Santísima Virgen María quiero pedirte por todas las personas que por amor a Ti han decidido vivir una vida pura y casta y ofrecerte sus vidas y todo su ser como un regalo. Ayúdales, Padre Nuestro, Tu nuestro Creador, sabes aún mejor que ellos mismos lo que significa la sexualidad y la atracción sexual en la vida de cada persona. Es un instinto del ser humano, un instinto que nos diste para la conservación de la especie y que Tú tomas como regalo cuando alguien decide vencer ese instinto y ofrecerte su vida, su cuerpo, su mente, su voluntad, en una palabra todo su ser; para ponerlos a Tu servicio. Sabemos que los que lo logran Tú los premiarás con la corona de la virginidad, que serán los primeros en entrar al cielo y que los puros de corazón serán los que podrán verte y adorarte durante toda la eternidad. El precio que hay que pagar es muy alto y Tú lo sabes mejor que nosotros mismos; por eso lo aprecias tanto. Tu has prometido que Tu gracia les basta, pero hazlos sabios para saber como lograrlo y como protegerlo y sobre todo como no dejarse engañar por el demonio, ya que el considera el lograr robarles esta perla como uno de sus más grandes triunfos. Todo esto Te lo pido en nombre de Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, la pureza y la castidad personificada. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN POR LOS SACERDOTES


Madre Nuestra María Santísima, Madre del verdadero Dios por quien, en quien y con quien vivimos, hoy te suplico humildemente que intercedas por tu hijo,_________.

Pídele a Dios Espíritu Santo, encender en el corazón de este sacerdote tuyo el
FUEGO DE SU AMOR. Un fuego que le dé calor a él primero y luego que la chispa de ese fuego contagie a todos los que se acerquen a él. Un fuego que caliente a los que tengan frío en su corazón, que sea una llama de amor que no se apague nunca, ni de noche ni de día. Que sea un fuego que queme todo los resentimientos, todos los malos recuerdos, todo lo negativo, todo el dolor, toda la falta de amor, todo lo que necesita renovarse.

Y luego que brote de ese mismo corazón un RÍO DE AGUA VIVA, un río que apague primero la sed de este tu siervo, su sed de Dios, su sed del Amor de Dios, su sed por la salvación de las almas. Y después que sea una fuente de donde las almas puedan encontrar y experimentar el AMOR DE DIOS, su misericordia, su perdón por medio de la absolución dada por Tu Hijo Jesucristo a través de las manos de este sacerdote tuyo. Madre Nuestra, este AMOR, este Fuego, esta AGUA VIVA es urgente que Dios le permita a este sacerdote experimentarlos, para su propia paz, alegría y salvación y para compartirlas con todas las almas que Dios tenga destinadas que se salven a través de su contacto con este humilde sacerdote tuyo.

Gracias por tu amor y tus cuidados maternales. Cúbrenos con tu manto y protégenos de todos los males y de las asechanzas del demonio. Sé tu nuestra guía, nuestro lucero, nuestro faro, enséñanos el camino al Cielo donde por medio del amor, la misericordia y el perdón de Dios esperamos gozar por siempre del Amor de Dios , junto contigo por siempre.

Amén, Amén, Amén

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO POR LOS SACERDOTES


Ven Espíritu Santo, llena el corazón de Tú sacerdote,___________, enciende en él el fuego de Tú amor con un fuego que enciende, que arda y que queme, hasta consumirlo al grado de que ya no quede nada de su viejo ser. Para que Tú puedas vivir, sentir, amar, moverte, y actuar por medio de él sin que nada Te estorbe.


Revive en él Tus frutos y Tus dones que han sellado su alma tres veces: en su bautismo, en su confirmación y en su ordenación sacerdotal. Hazlo sentir cual es el fruto y el don que Tu más deseas que se manifiesten en su persona y que sean el sello de su sacerdocio.


¡Hazlo santo ya! Tu Iglesia necesita con urgencia sacerdotes santos, pero ellos sólo lo podrán lograr con Tu ayuda y Tu gracia.


Yo sólo puedo pedirte por medio de mis pobres oraciones, pero Tú, Dulce Huésped del Alma, el Amor mismo puedes hacer que él logre todos Tus propósitos. Los propósitos que Tu has tenido para él desde que lo escogiste para sacerdote desde toda la eternidad. Te pido que mires su disposición de servirte con sus manos de barro, las cuales Tu puedes transformar en las Tuyas.


Ya sabes que yo especialmente pido para él, Tu paz, Tu amor, Tu pureza y Tu alegría, y sobre todo que nada ni nadie jamás pueda perturbarlo.


No permitas que ninguna alma se pierda de las que Tú le has encomendado y que el un día junto con todas ellas pueda tener la dicha de alabarte por toda la eternidad en el cielo. Así sea.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO POR LOS SACERDOTES

PARA PEDIR LA RENOVACIÓN DE LOS DONES RECIBIDOS


Dios Espíritu Santo, en este día Te pido que vuelvas a inundar el alma de Tu sacerdote_________ como en el día de su ordenación. Que vuelva el a sentir el gozo, la felicidad, la emoción tan grande de ese día. Que nunca deje de sentir, lo que sintió ese primer día, que nunca se vaya a convertir su vida en una rutina, que cada día amanezca con el mismo celo y la misma voluntad de servirte, sirviendo a los demás.

Haz que dé siempre buen ejemplo sin provocar envidias, haz que los que se acerquen a el sientan que se acercaron a Ti y que por medio de el tocaste sus vidas. Dale la humildad de reconocer que no somos nada, ni somos dignos de nada pero que por medio de Tu misericordia y por medio de Tu amor nos das todo sin merecerlo y que lo único que nos queda es aceptarlo y pasar cada instante de nuestras vidas agradeciéndotelo.

Fortalezca sus puntos débiles que son donde Tú manifiestas Tu gloria y sostén sus puntos fuertes y que sepa reconocer con humildad y con verdad que lo bueno que hay en él, no es más que un reflejo de Ti mismo.

No permitas que el diablo obstaculice su camino, que cuando lleguen las tentaciones tenga la fuerza para vencerlas al instante, que nunca llegue a ofenderte con la ayuda de Tu gracia. Que sepa reconocer al demonio cuando se le llegue a presentar disfrazado y que sepa ahuyentarlo con el nombre de Jesús y de María.

Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio. Ayúdalos porque lo que Tu les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán hacer.

Tú sabes todo lo que deseo pedir y no puedo expresar y lo tomas en cuenta. También Te pido por todas las intenciones que el tenga en su corazón. Que sus sueños, sus anhelos y sus deseos siempre estén de acuerdo con Tu voluntad.

No permitas que conozca la tristeza, que su alegría interior sea tan grande que no haya nada que la pueda destruir ni afectar.

Tú sabes que mi intención es la de pedir por el ahora y siempre con la esperanza de que escuches mis pobres oraciones.

Gracias por todo lo que nos das y esperamos un día por medio de Tu amor, Tu perdón, y Tu misericordia llegar a gozar contigo por toda la eternidad en el cielo. Así sea.

SUPLICA A JESÚS SACRAMENTADO A FAVOR DEL CLERO

OREMOS Y CUIDEMOS A NUESTROS SACERDOTES Y RELIGIOSOS


¡Oh Jesús! Eterno Sacerdote guarda a tus consagrados al abrigo de Tu Sagrado Corazón.

Conserva sin mancha sus ungidas manos que a diario tocan Tu Sagrado Cuerpo.

Guarda sin detrimento los labios enrojecidos con Tu Preciosa Sangre.

Conserva puros y desprendidos de la tierra, los corazones sellados con las sublimes señales de Tu Glorioso Sacerdocio.

Rodealos de Tu Santo amor y protégelos del contagio del mundo.

Bendice sus trabajos con abundantes frutos y aquellos en quienes han ejercido su ministerio, sean aquí en la tierra su gozo y su consuelo y en el cielo su hermosa y eterna corona.

Así Sea

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,
que quisiste perpetuarte entre nosotros
por medio de tus Sacerdotes,
haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.
Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres
y hablen a los hombres de Dios.
Que no tengan miedo al servicio,
sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.
Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo,
caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso
y haciendo el bien a todos.
Que sean fieles a sus compromisos,
celosos de su vocación y de su entrega,
claros espejos de la propia identidad
y que vivan con la alegría del don recibido.
Te lo pido por tu Madre Santa María:
Ella que estuvo presente en tu vida
estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amen

ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN
DE LOS SACERDOTES
(S.S. PAPA PÍO XII)

Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.

Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.

Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.

ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN
DE LOS SACERDOTES
(S.S. PABLO VI)

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los sacerdotes, dispensadores de los misterios de Dios, un corazón nuevo que actualice toda su educación y toda su preparación, que les haga conscientes cual sorprendente revelación del sacramento recibido, y que responda siempre con nueva ilusión a los incesantes deberes de su ministerio, en orden a tu Cuerpo Eucarístico y a tu Cuerpo Místico. Dales un corazón nuevo, siempre joven y alegre.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a nuestros sacerdotes, discípulos y apóstoles de Cristo Señor, un corazón puro, capaz de amarle solamente a Él con la plenitud, el gozo, y la profundidad que solo Él sabe dar, cuando constituye el exclusivo y total objeto del amor de un hombre que vive de tu gracia; dales un corazón puro que sólo conozca el mal para denunciarlo, combatirlo y huir de él; un corazón puro como el de un niño, pronto al entusiasmo y a la emoción.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los ministros del pueblo de Dios un corazón grande, abierto a tu silenciosa y potente Palabra inspiradora; cerrado a toda ambición mezquina, a toda miserable apetencia humana; impregnado totalmente del sentido de la Santa Iglesia; un corazón grande, deseoso únicamente de igualarse al del Señor Jesús, y capaz de contener dentro de si las proporciones de la Iglesia, las dimensiones del mundo; grande y fuerte para amar a todos, para servir a todos, para sufrir por todos; grande y fuerte para superar cualquier tentación, dificultad, hastío, cansancio, desilusión, ofensa; un corazón grande, fuerte, constante, si es necesario hasta el sacrificio, feliz solamente de palpitar con el Corazón de Cristo y de cumplir con humildad, fidelidad y valentía la voluntad divina. Amén.

PLEGARIA PARA PEDIR
POR LOS SACERDOTES

Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.

Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina, sino diario milagro.

Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas.

Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan sintiendo que «Dios alegra su juventud».

Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente divinos.

Que cuando el desánimo y la debilidad los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como Cirineo, para llevarles la cruz y volvérselas gozo.

¡Y que nunca falte quien de la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros!

ORACIÓN DIARIA POR LOS SACERDOTES

Que todos traten de hacerse perfectos como el Padre celestial es perfecto: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la S. Misa sea ofrecida continuamente por la vida y necesidades del mundo: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el Santísimo sea amorosamente accesible y adorado:
Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el Evangelio sea proclamado fielmente y sin descanso:
Señor, danos Sacerdotes santos.

Que en la absolución sacramental encontremos nuestra paz y felicidad: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la unión en la oración traiga la unión entre todos los cristianos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que nuestras Iglesias locales y sus líderes sean siempre leales al Santo Padre: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que toda vida humana sea protegida y defendida como sagrada: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la misericordia de Dios se extienda a los pecadores, moribundos y difuntos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la juventud tenga ayuda para crecer libre de las drogas y toda adición: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que los encarcelados, los ancianos y los sin techo encuentren fe y esperanza en Cristo: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el amor de Cristo sane los desamparados, los que guarden cama y los enfermos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que Cristo sea la meta y el gozo de los jóvenes y los fuertes:
Señor, danos Sacerdotes santos.

Que los que han oído la llamada de Dios escúchenlo para hacerse líderes futuros: Señor, danos Sacerdotes santos.

OREMOS. Dios de misericordia y santidad, escucha el grito angustiado de tu pueblo para tener sacerdotes santos que les guien. Llena sus corazones con celo luminoso a fin de que puedan desempeñarse dignamente en tu presencia, sean siempre leales a tu Iglesia, y alcancen amarte con un amor eterno. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
de la Liturgia bizantina

Señor, llena con el don del Espíritu Santo a los que te has dignado elevar al Orden Sacerdotal para que sean dignos de presentarse sin reproche ante tu altar, de anunciar el Evangelio de tu Reino, de realizar el ministerio de tu palabra de verdad, de ofrecerte los dones y sacrificios espirituales, de renovar a tu pueblo mediante el baño de la regeneración; de manera que vayan al encuentro de nuestro gran Dios y del Salvador Jesucristo, tu único Hijo, y reciban de tu inmensa bondad la recompensa de una fiel administración de su orden sacerdotal.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
de la Madre Teresa de Calcuta

María Madre de Jesús y de cuantos participan de su misterio sacerdotal, acudimos a ti como hijos que acuden a su Madre.

Ya no somos niños, sino adultos que de todo corazón desean ser hijos de Dios.

Nuestra condición humana es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades.

Ruega por nosotros, para que, a nuestra vez, podamos ser personas de oración.

Invocamos tu protección para poder permanecer libres de todo pecado.

Invocamos Tu amor para que el amor pueda reinar, y nosotros podamos ser compasivos y capaces de perdonar.

Invocamos tu bendición para que nuestros sacerdotes puedan ser como la imagen de tu Hijo, Señor y Salvador nuestro Jesucristo. Amén.

 

CUATRO ORACIONES
POR LAS VOCACIONES

I

Jesús que sientes compasión al ver la multitud que está como ovejas sin pastor, suscita, en nuestra Iglesia, una nueva primavera de vocaciones.

Te pedimos que envíes: Sacerdotes según tu corazón que nos alimenten con el Pan de Tu Palabra y en la mesa de Tu Cuerpo y de Tu Sangre; Consagrados que, por su santidad, sean testigos de Tu Reino; Laicos que, en medio del mundo, den testimonio de ti con su vida y su palabra.

Buen Pastor, fortalece a los que elegiste; y ayúdalos a crecer en el amor y santidad para que respondan plenamente a tu llamada.

María, Madre de las vocaciones, ruega por nosotros. Amén.

II

Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". Animados por estas enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y santas vocaciones para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical. Consérvales fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu Santo, un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su vida busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

III

Dios, Padre y Pastor de todos los hombres, Tú quieres que no falten hoy día, hombres y mujeres de fe, que consagren sus vidas al servicio del evangelio y al cuidado de la Iglesia.

Haz que tu Espíritu Santo ilumine los corazones, y fortalezca las voluntades de tus fieles, para que, acogiendo tu llamado, lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos, Religiosos, Religiosas y Consagrados que tu Pueblo necesita.

La cosecha es abundante, y los operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies. Amén.

IV

Señor Dios, Padre Nuestro, te damos gracias por los sacerdotes, que son un regalo y un signo de tu amor.

Ellos nos manifiestan tu corazón bueno y rico en misericordia, nos ofrecen la salvación de Jesús y nos ayudan a vivir en el Espíritu Santo.

Concédenos pastores según tu corazón, bendice a los seminaristas, y haz que no falten en la Iglesia niños y jóvenes que sigan la vocación sacerdotal. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN DE JUAN PABLO II

Padre Bueno, en Cristo tu Hijo nos revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de descubrir, en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como Tú eres santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y apóstoles santos que, con la palabra y con los sacramentos, preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre misericordioso, da a la Humanidad extraviada, hombres y mujeres, que, con el testimonio de una vida transfigurada, a imagen de tu Hijo, caminen alegremente con todos los demás hermanos y hermanas hacia la patria celestial.

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que sean testimonios valientes de tu infinita bondad. ¡Amén!

 

 

   

 

 

ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS
POR LOS MISIONEROS

Corazón de Jesús, tiende una mirada hacia las tierras de infieles y hacia los trabajos de los misioneros, quienes, por tu amor y por el de las almas, tan preciosas para Ti, han abandonado su casa, su patria y sus cariños más íntimos. Bendice sus trabajos y concédeles la gracia de repartir el pan de la divina Palabra entre los mendigos de la Verdad. Hazles sentir que Tú estás con ellos en sus trabajos y preocupaciones, y dales la gracia de perseverar hasta el fin en la vida de abnegación para la que los has escogido:

Sagrado Corazón de Jesús, por amor de tu misma gloria, protege los esfuerzos de tus Misioneros. Amén.

ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS
PARA PEDIR POR LAS MISIONES

Corazón de Jesús, que dijiste: «Tengo otras ovejas que no son de este redil, y es necesario que también éstas sean atraídas a Mí», ten piedad de tantas pobres almas alejadas todavía de tu redil.

Corazón de Jesús, que dijiste: «Mi yugo es suave y mi carga ligera», ten piedad de tantos infieles esclavos de Satanás; haz que también ellos, sacudido aquel horrible yugo y aceptado el tuyo, sientan toda la verdad de tus santas palabras.

Corazón de Jesús, que dijiste: «Dejad a los niños que se acerquen a Mí», ten piedad de tantos niños; como entre los pueblos no cristianos son sacrificados en el alma y en el cuerpo; haz que puedan recibir el bautismo de la regeneración y cantar tus alabanzas eternamente.

Corazón de Jesús, que dijiste: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios», purifica con el poder de tu gracia a tantas almas desventuradas que, sumergidas en el abismo de la corrupción, no saben levantar los ojos para contemplar tus divinas bellezas. De la aridez de esas tierras haz brotar lirios de pureza, que constituyan las castas delicias de tu Corazón.

Corazón de Jesús, que, en un ímpetu de amor infinito, dijiste: «Yo vine a traer fuego a la tierra, y, ¡que otra cosa quiero sino que arda!», provoca un vasto incendio de caridad en el mundo; suscita nuevas legiones de héroes que, armados con la Cruz, lleven la llama de tu Amor hasta los últimos confines de la tierra.

Corazón de Jesús, que dijiste: «El que pierde su vida por mi causa la encontrará», y enseñaste con el ejemplo a morir por los amigos, según aquellas tus sublimes palabras: «No hay amor más grande que el de dar la vida por los amigos», te suplicamos que formes muchos corazones magnánimos, que estén dispuestos a sellar con su sangre su amor para contigo y para con las almas por Ti redimidas. Amén.

 

     
 
   

ORACIÓN A LA VIRGEN POR LAS MISIONES

María, Reina de las Misiones. Soberana del orbe entero. Virgen purísima escogida entre millares. Mírame con ojos piadosos postrado a tus sagradas plantas para implorar de tu maternal ternura tu auxilio eficaz en favor de estos infelices paganos confiados a nosotros. Están sumidos en la impiedad e idolatría y gimen y lloran envueltos en las garras del espíritu de las tinieblas. Mira como sus almas se precipitan en lo profundo del abismo.

¡Madre mía! No conocen a Jesús, tu Hijo divino. No saben que por salvarlos, derramó toda su sangre redentora. No saben que, por mejor esperarlos, sigue allí clavado, extendidos sus brazos divinos, abierto el costado y sangrando el Corazón, mientras les dice: "¡Venid a mi Corazón todos!".

¡Reina y Madre mía! Ellos no saben de tus dolores. Si lo supieran, ¿cómo podrían permanecer impasibles ante tanta amargura? Intercede por ellos ante tu divino Hijo, y alcanza con tu inmenso poder que la luz del Evangelio se derrame por el mundo entero. Que no haya religión, ni pueblo, ni hogar, ni siquiera un corazón que no adore a Cristo, fruto bendito de tus purísimas entrañas, y que no le honre como a su Rey y Señor.

Mírame, Madre adorada, Reina de las Misiones, postrado ante tus benditas plantas. Y no te olvides también de mí. Miserable soy y pequeño, y no tengo otro refugio ni otra ayuda que la tuya.

 

 

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